jueves, 29 de septiembre de 2011

Los hijos de mis compañeros de trabajo.




Las conversaciones de oficina sobre los hijos son inacabables, me recuerdan a las de la mili o a las de los embarazos, cuando no has participado de esas experiencias tan apasionantes a juzgar por cómo las relatan, se te pone cara de paisaje, en las que tratan sobre los hijos intento participar hablando de mi perrito pero no me hacen ni caso, enseguida vuelven a los biberones, las papillas, los dodotis, la guardería y todo eso, comprended que me sienta un poco excluído, suele pasar cuando se pertenece a una minoría.

El paseante.

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