lunes, 7 de noviembre de 2011

Mi compañera de trabajo es una madraza.

Madonna with child. Giovanni Bellini.

Adoro a esa mujer, me gustaría ser como ella, tan plena y dichosa de su maternidad, nada es comparable a concebir, gestar y parir un hijo, creo que es la experiencia más cercana al papel de Dios que puede tener el género humano, en este caso la mujer.

Al lado de eso todo es nada, dar la vida a otro ser, atenderlo, cuidarlo, educarlo, hacer de él "alguien", y que luego siga su vida y a su vez transmita la vida.

Me parece insuperable.

Escucho a mi compañera de trabajo hablar de sus hijas, veo cómo se le cae la baba, todo lo que se desvela por ellas, todo lo que lucha, lo que inventa, toda la felicidad que le da el dar felicidad a sus hijas, y pienso en la nobleza de lo humano cuando se suma al plan divino de Dios.

Mi compañera de trabajo es como una Madonna de Bellini, pura y etérea, divina en su bondad.

Comentario sobre el cuadro: Es mi cuadro favorito de la Galleria dell'Accademia de Venecia, si se quemara el museo, que Dios no lo quiera, arriesgaría mi vida para salvarlo, de entre todas las madonnas de Bellini es la más hermosa, iluminada como todas por la luz de Venecia, reflejo del agua, luz que ilumina de abajo hacia arriba y crea ese halo divino en las imágenes de las vírgenes. Bellini, siempre Bellini, y siempre Venecia, cómo no...

El paseante.
Noviembre 2011.

1 comentario:

  1. Opino que tanta referencia a dios (con minuscula claro), hiere la sensibilidad de algunos de los lectores de este blog, entre los que me incluyo.
    No pretendo imponer mis normas, pero si desearia que este blog no contribuya a difundir, aun mas, la falsa existencia de la fantasmagorica divinidad....Para la literatura de ficcion tal vez seria una inspiracion...pero para la vida cotidiana y sobre todo para la cultura, es un desproposito.

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