jueves, 29 de diciembre de 2011

Thai y el pajarito. Cuento de navidad.


Allí estuvo durante todo el día, pacientemente junto al pajarito, velando por él, atenta y protectora, sin separarse de su lado.
El pajarito no podía volar y se refugió en el patio.
Ella le observaba como iba haciendo algún progreso, alguna tímida mejoría, se movía algo, caminaba unos pasitos, se erguía algo más, Thai le ayudaba empujándole suavemente con la cabeza, parecía darle ánimo.
Al final, después de horas a su lado, el pajarito alzó el vuelo y ella le siguió con la mirada por el cielo, se despidió de él tranquila de haberle ayudado a volver a la vida, al vuelo, a la felicidad, al cielo.
Después Thai entró en la casa y descasó feliz en un profundo sueño, el plácido sueño que da la satisfacción del deber cumplido.
Querida muñeca, te quiero,
el paseante

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