viernes, 27 de enero de 2012

El paseante es como Barbie.


Bueno, como Barbie exactamente no, mejor como su novio, como Kent.
Aunque de Kent se dijo que era homosexual y el paseante no lo es.
Bueno, al tema, el caso es que el paseante se traviste como Barbie y como Kent, le habéis visto igual que a Kent ahora, con el torso desnudo, bueno, sabiendo buscar en el blog tengo que deciros que le habéis visto ya todas las partes del cuerpo aunque tal vez no os hayáis dado cuenta, pero han ido saliendo una por una, en fragmentos, pero todas han ido apareciendo.
El paseante se ha desnudado ante vosotros y se ha travestido, ha ido siendo sucesivamente un paseante cada vez diferente, y por eso mismo más paseante cuanto más diferente era, más él mismo, más cercano a su yo esencial, polifacético, multisexual, renacentista.
El paseante tiene para vosotros una colección de disfraces infinita, nunca será el mismo durante mucho tiempo, y no lo será porque no lo es, no porque quiera aparentar no serlo, no sé si me explico, quiero decir que él es así, paradigmático, enigmático, ambiguo, borroso, esfumato, difuminado, transparente, inexistente, irreal, ultraterrenal, espiritual, etéreo, intangible, volátil...
Todos estos y muchos disfraces más os esperan.
El paseante, el juguete de la temporada, el muñequito juguetón.
Tal vez por edad estoy más cerca de ser un Madelman que un Kent, bueno, da igual, soy Kent Madelman paseante.
Iros preparando para la colección de uniformes que están por llegar.
Besosssssss,

the paseant

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