martes, 14 de febrero de 2012

Estoy como un queso.


He de reconocer que a veces me huelen los pies.
Está mal que yo lo diga pero igual que confieso ser un sex symbol he de confesar que en ocasiones me huelen los pies.
Creo que va unido al tema sexual, es una cuestión de testosterona, la hormona masculina, y es que yo soy muy macho.
Un macho man.
Es curioso que esto en lugar de ser un impedimento con mis conquistas es lo que más les pone.
No falla, el día que me huelen los pies ligo seguro.
Hoy por ejemplo el olor a roquefort es un tanto subido, bueno, pues tengo a mis compañeras de trabajo como moscas, no logro despagármelas.
Ya están atrapadas en la tela de araña...

Besos,

el paseante

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