lunes, 25 de marzo de 2013

El tiempo sobre mi fotografía (4). Ahora tampoco estoy tan mal...





Bueno, casi han pasado 30 años, 27 para ser más exactos desde la anterior fotografía, y tampoco están hechas las dos fotos en las mismas condiciones, la de hace 27 años está hecha por un fotógrafo profesional en un estudio, entonces se hacían aún las fotos así, y ésta de ahora, me la tomé el viernes pasado, está hecha con la cámara de mi móvil Nokia X2, que es prodigiosa.

Creo que he envejecido con cierta dignidad, además ésta es mi cara de invierno, y encima es mi cara del mes de marzo, terrible, pero pese a eso he salido bastante bien, yo me encuentro muy guapo y atractivo, llevaba puesto un abrigo negro de corte moderno que me queda muy bien, me favorece, el negro me favorece, y una bufanda, más bien foulard, color gris acero con flecos negros, ligero y cómodo de llevar, muy adecuado para los días de entretiempo en los que no hace ya mucho frío.

En algunos aspectos me veo hasta más guapo que hace 27 años, más atractivo, más interesante, más hecho, como con una profundidad en la mirada que antes no tenía, estoy algo serio, como pensativo, como si mirara algo o a alguien y lo juzgara, ése es el principal cambio de la madurez, de joven le juzgan a uno, de mayor uno es el que juzga, cosas de la experiencia, del conocimiento, de la sabiduría.

¿Me falta la ilusión, la fuerza, la valentía de la juventud? Yo diría que tal vez sí, pero también es cierto que soy más infalible y que con menos esfuerzo consigo mucho más, me equivoco menos, la gramática parda que decía mi abuela...

Sinceramente os lo digo, y no quiero parecer narcisista o creído o algo por el estilo, pero me veo guapísimo, muy interesante, creo que me he enamorado de mí mismo, ¡qué alivio, por fin he logrado enamorarme de alguien que me va a hacer caso! (eso espero), estoy arrebatador, superinteresante, muy guapo, elegante, con mucha clase, parezco un príncipe ruso, como salido de Ana Karenina, tan aristocrático, distinguido, sensual...

La proporción de los rasgos..., sí, la proporción de los rasgos..., fijaros bien, ¿ya os habéis fijado?, ¿a que es perfecta?, el canon griego de belleza, la proporción áurea....

Me miro y no puedo contener un orgasmo de placer, la orgía perpetua, la autocontemplación.

Me provoca besarme si eso fuera posible.

el paseante

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