martes, 26 de marzo de 2013

La película de la semana. Al final de la escapada. Jean-Luc Godard. 1960.




El hecho de ser cruel contigo demuestra que no estoy enamorado de ti.

Entre el dolor y la nada prefiero el dolor.

¿Cuál es su gran ambición en la vida? Ser inmortal y después morir.

Yo tengo un gran sentido de la belleza.

No sé si estoy triste porque no soy libre, o si no soy libre porque estoy triste.

Siempre me intereso por las mujeres que no están hechas para mí.

A bout de Souffle


La alegría es la libertad, la tristeza es el cautiverio.

El paseante


¡Impresionante! Esta película es más moderna que cualquiera de las películas modernas, al verla tengo la sensación de que el cine ha sufrido una involución, o por mejor decir que ha evolucionado hacia otra cosa diferente del cine, del lenguaje cinematográfico, como si hubiera perdido el rumbo y ya no supiera volver al camino.

Perder el rumbo, volver al camino, algo muy de esta película, al final de la escapada, igualmente a lo que le pasa al cine a la vida le ha pasado lo mismo, ha evolucionado hacia algo que no es la vida y ya no sabe volver al camino, ¿y de quién es la culpa?, de la pérdida de identidad del individuo que se ha conformado con ser masa, igual que les pasa a las películas que se han convertido igualmente en masa.

La película alerta sobre eso precisamente, sobre el peligro de convertirnos en masa, esta aventura personalísima de Belmondo rayando el absurdo, la comicidad, el juego y la desmesura es una llamada de alerta sobre lo que entonces era el comienzo de la alienación del individuo, algo que ahora es una realidad apabullante, igual que la alienación del cine, claro, si ya no hay individuos cómo se va a hacer cine, ahora hace cine la masa, se hace cine desde la masa para la masa, pero la masa está compuesta por individuos, sí, pero por individuos desindividualizados.

¿Y cómo se desindividualiza un individuo?

Pues a través de sus espejos, de sus representaciones, se desindividualiza al individuo poniéndole delante de los ojos una imagen alienada de él mismo a través del cine, la literatura, la prensa, la televisión, poniéndole delante un espejo deformante.

¿Y qué sentido tiene la desindividualización del individuo?

Pues su manipulación, utilizarlo para determinados fines, dirigirlo, hacerle pensar de una determinada manera, mercantilizarlo, dominarlo, controlarlo, domesticarlo, enjaularlo.

Creo que la última vez que un individuo consiguió ser libre fue en esta película, y la última vez que el cine fue libre fue también en esta película, pero todo eso no fue sino el final, el final de la escapada…

El paseante


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